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¿Qué es la sincronización cerebral?

La sincronización cerebral (brainwave entrainment) es un término que tiene origen en el principio de sincronización de ritmos. La sincronización de ritmos es un fenómeno físico que ocurre cuando dos o más frecuencias interactúan por un tiempo prolongado hasta lograr una sincronía en frecuencia[1].


Este principio empezó a llamar la atención de los científicos cuando el físico Holandés Christiian Huygens lo descubrió usando relojes de péndulos. Descubrió que después de un tiempo los relojes se balanceaban en perfecta sincronía.  La explicación de este fenómeno es que la transferencia de energía acústica que provoca el ritmo de un reloj atrae la energía proveniente del otro, ”trabándose” poco a poco hasta llegar a una misma velocidad, un movimiento sincrónico [2] , tal como sucede con los metrónomos en el siguiente video.



Sin embargo, esta sincronía entre frecuencias no solo se da en sistemas mecánicos como los metrónomos.  Funciona también con las frecuencias cerebrales ya que comparten las mismas características fundamentales (frecuencia, amplitud y periodicidad) que las ondas acústicas, por lo que el camino a seguir para los científicos fue determinar si este mismo comportamiento ocurriría entre frecuencias acústicas y eléctricas del cerebro. Centenares de estudios se lograron efectuar donde el sujeto es estimulado por impulsos acústicos (audio) verificando a través de electroencefalograma [3] que la frecuencia cerebral era estimulada a través de estos impulsos sensoriales.

Cuando el cerebro recibe un impulso sensorial se emite una descarga eléctrica como respuesta, llamada Respuesta Cortical Evocada, que es luego procesada para ser percibida [4].


Al percibir periódicamente estos estímulos rítmicos empieza el cerebro a responder mediante la sincronización de sus ciclos eléctricos propios con respecto al ritmo externo (acústico) alterando las ondas cerebrales y estado mental de una persona.[5]


Frecuencias cerebrales

Beta (14 – 30 Hertz): Las más comunes. Se asocian con un estado de vigilia donde nuestra atención está dirigida a tareas cognitivas y en el exterior. Es una actividad intensa. Presente cuando estamos en alerta, solucionando problemas, tomando decisiones. En estado Beta perdemos la sincronía cerebral, orientándose más a la parte racional. Procesamiento de altas frecuencias irregulares no son muy eficiente para el cerebro ya que consume tremenda cantidad de energía. Ondas ALPHA (8 a 13 Hz): Estas son frecuencias más bajas.Se producen cuando nos empezamos a relajar y nuestra mente empieza a deambular. Son ondas más lentas y nos produce una sensación de calma, tranquilidad.  Experimentamos las Ondas Alfas cuando nos involucramos en una tarea rutinaria como la jardinería, tomando una ducha, lavándose los dientes, carpintería, practicando música, pintando un cuadro, etc. Alfa es considerado ser el puente entre el consciente Beta y subconsciente Theta.


Ondas THETA (4 a 8 Hz): En Theta mejoramos las facultades que conseguimos en Alfa y a la vez accedemos a otros beneficios. Se presenta durante el estado de somnolencia, o durante un sueño liviano, en estados de hipnosis y en meditaciones. En este estado, el cerebro está muy relajado. En Theta nuestro cerebro está sincronizado y experimentamos un entero cerebro funcional. Aporta soluciones del inconsciente sin apenas ningún esfuerzo aparente. Se favorece la imaginación, la inspiración creativa, el aprendizaje y la memoria. Acceso al subconsciente.


Ondas DELTA (1 a 4 Hz): Son las más lentas y suelen generarse en fases profundas de sueño (pero sin sueños), en estados de trance o hipnóticos y en meditaciones profundas. Completa desconexión del entorno. Estas ondas son muy beneficiosas para el cuerpo, los restaura y se sana gracias a la productividad del sistema inmunológico en este estado. En este estado es cuando mejor trabajan los órganos y procesos vitales.

Dependiendo de la gama de frecuencia neuronal dependerá el funcionamiento del mismo cerebro por lo que muchos métodos se han diseñando para permitirnos sincronizar y regular nuestros ritmos neuronales y mejorar el funcionamiento de nuestro cerebro.  El método tono isocrónico es cuando una persona escucha repetitivamente un mismo tono por un período prolongado sin cambiar de velocidad, hasta lograr sincronizarnos. [6]


Los estudios sugieren que la sincronización cerebral es una herramienta terapéutica muy efectiva por su capacidad de alterar nuestra intensidad neuronal a frecuencias más bajas (Alfa, Theta, Delta) y óptimas para nuestro cerebro. Han demostrado mejorar funciones inmunológica [7] [8], facilitar la relajación, mejorar el humor [9], aliviar el estrés [10]. Estos descubrimientos contribuyeron a la musicoterapia neurológica que usa música para intervenir en la regulación de desórdenes o trastornos mentales. A contribuido al tratamiento de discapacidades cerebrales como derrames, lesiones traumáticas, Parkinson, Alzheimer, autismo [11] [12].


 

Fuentes


Néda Z, Ravasz E, Brechet Y, Vicsek T, Barabsi AL (2000). “Self-organizing process: The sound of many hands clapping”. Nature.


Pantaleone J (2002). “Synchronization of Metronomes”.

American Journal of Physics. 70: 992–1000


La electroencefalografía (EEG) es una exploración neurofisiológica que se basa en el registro de la actividad bioeléctrica cerebral.


Worden FG, Marsh JT (1968). “Frequency-following (microphonic-like) neural responses evoked by sound”. Electroencephalography and Clinical Neurophysiology.


Burkard, R., Don, M., and Eggermont, J. J., Auditory evoked potentials: Basic principles and clinical application. Philadelphia, PA: Lippincott Williams & Wilkins, 2007.


Misma técnica que ocupaban los chamanes con sus tambores para alteración de consciencias.


Bittman, B. B., Berk, L. S., Felten, D. L., Westengard, J., Simonton, O. C., Pappas, J., and Ninehouser, M., Composite effects of group drumming music therapy on modulation of neuroendocrine-immune parameters in normal subjects. Alternative Therapeutic Health Medicine.


Wachiuli, M., Koyama, M., Utsuyama, M., Bittman, B. B., Kitagawa, M., and Hirokawa, K., Recreational music-making modulates natural killer cell activity, cytokines, and mood states in corporate employees. Medical Science Monitor, Vol. 13, No. 2, 2007, CR57–7.


Bittman, B., Bruhn, K. T., Stevens, C., & Westengard, J., and Umbach, P. O., 2003 Recreational music-making: A cost-effective group interdisciplinary strategy for reducing burnout and improving mood states in long-term care workers. Advanced Mind Body Medicine, Vol. 19.


Szabó C (2004). “The effects of monotonous drumming on subjective experiences”. Music Therapy Today


Thaut MH, Peterson DA, McIntosh GC (2005). “Temporal entrainment of cognitive functions”. Annals of the New York Academy of Sciences. 1060 (1): 243–254.


Thaut MH (2010). “Neurologic music therapy in cognitive rehabilitation”. Music Perception. 27 (4): 281–285


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